Todo está a punto para comenzar el “cole”: el uniforme, los libros, las ganas…
Pero ¿y la audición?
Los oídos también deben estar preparados para poder enviar al cerebro toda la información auditiva necesaria para no perder ninguna experiencia.
Realizar una revisión audiológica pediátrica permite asegurar que tras el verano, los oídos están en perfectas condiciones, sin tapones ni infecciones que puedan afectar la audición.
¿Y si existe una pérdida auditiva sin detectar?
Es importante también descartar la existencia de cualquier tipo de pérdida auditiva, ya sea en un solo oído (en este caso suele pasar más desapercibida), o en ambos. Al igual que las pérdidas auditivas unilaterales, las hipoacusias leves o que solo afectan a las frecuencias más agudas son más difíciles de detectar y sin embargo sus consecuencias afectan el desarrollo del niño tanto a nivel de aprendizaje como de sus habilidades auditivas y sus emociones.
Las experiencias de los niños están llenas de sonidos, conversaciones e interacciones vitales para su crecimiento. El acceso a todos los sonidos del entorno potencia el aprendizaje incidental. Este se produce con toda la información que ocurre alrededor del niño aunque no esté dirigida a él, en situaciones no estructuradas de aprendizaje. Un elevado porcentaje del aprendizaje de los niños se produce de modo incidental, por lo que el acceso a esta información es muy relevante.
Si bien los niños con pérdidas auditivas unilaterales, leves o de alta frecuencia pueden desempeñarse con bastante eficacia en ambientes tranquilos o conversaciones individuales presentan dificultad para acceder a los sonidos que ocurren a cierta distancia, en ambientes ruidosos o conversaciones múltiples. Aunque obtienen un buen rendimiento académico, suelen evitar la participación en grupos o los entornos ruidosos ya que la dificultad auditiva se manifiesta en estas situaciones.
En situaciones de silencio son capaces de percibir sonidos muy débiles aunque no perciban el espectro total de las frecuencias. Por este motivo no se suele sospechar la existencia de una pérdida auditiva aunque esta afecte sólo a un oído o algunas frecuencias.
La consulta con un audiólogo pediátrico puede ayudar a detectar cualquier alteración auditiva y orientarla adecuadamente.
¿Y si el niño ya utiliza audífonos?
En este caso debemos estar seguros de que sus audífonos estén listos para la vuelta al cole:
Comprobando que tiene todos los accesorios necesarios para el curso: pilas, pinzas de sujeción de los audífonos, filtros, pastillas de la humedad, deshumidificador, etc.
Asegurando que los audífonos funcionan correctamente y que los tubos de los moldes no se han endurecido en exceso por efecto la humedad.
Utilizando sistemas de FM o micrófonos remotos para afrontar las situaciones más difíciles de audición.
Revisando la fecha de la próxima revisión audioprotésica para solicitar la cita con su audiólogo/a con antelación, y así poder concertarla en el día y horario que más convenga, sin tener que faltar a clase.
¿Y si los audífonos son antiguos?
¡Es el momento de acercarte a RV ALFA para que podamos mostrarte todas las novedades de los últimos meses en audífonos, cargadores y accesorios de conectividad, para empezar el curso con la mejor audición!
La evolución de la tecnología de los audífonos es vertiginosa y cada nueva plataforma de productos permite aportar una mayor calidad de audición. El procesamiento de la señal es cada vez más veloz, mejorando su rendimiento en presencia de ruido de fondo. Esta característica favorece las experiencias auditivas del niño.
Y si la pérdida auditiva es bilateral y superior a 40 dB no olvides que puedes solicitar la prestación económica cada 4 años para mantener siempre una buena estimulación auditiva con los audífonos más actuales. Actualmente pueden solicitar esta prestación los jóvenes hasta los 24 años y a partir de enero próximo hasta los 26 años.
¿Y si los umbrales auditivos son normales pero se observan dificultades auditivas?
Existen dificultades para procesar el sonido aunque los umbrales auditivos sean normales.
Si el niño muestra dificultad para entender en presencia de ruido, para seguir instrucciones orales, para centrar la atención, etc. con niveles de audición normales es importante descartar la existencia de un desorden de procesamiento auditivo. Para ello existen pruebas específicas y tratamientos adecuados para superar estas dificultades.
Esperamos que estas pautas os ayuden a disfrutar de un curso lectivo óptimo!
No olvidéis que nuestros audiólogos están a vuestra disposición para cualquier duda.
¡FELIZ Y SONORO CURSO ESCOLAR!